domingo, 11 de noviembre de 2012

A ver... ¿De qué se trata tu investigación?


Con esa pregunta flotando en el aire, toda la conversación de la mesa se calló y la atención de todos los comensales estaba en mí. Este era mi momento, tenía que ser capaz de explicar lo que hago y más aún desmentir la idea popular de que los científicos son gente solitaria y que estudian cosas inentendibles. Mmmmmmm..., pero no iba a ser fácil, porque la mala fama no viene gratuita, algo de realidad tiene ¿o no?.


En la mesa habían 12 personas de todas las edades. Entre ellos abuelos, dueñas de casa, secretarias, arquitectos, enfermeras, ingenieros y jóvenes terminando el colegio. Cómo explicar el resultado de tal o cual experimento sin detallar la estadística asociada, una herramienta básica en ciencia pero que quienes trabajamos en investigación le dedicamos mucho tiempo de nuestra formación en aprender a usarla correctamente. Cómo explicar la fuente de lo inentendible para un inexperto. Por ejemplo, si tomamos una piedra, la elevamos hasta la altura de nuestro hombro y la dejamos caer (suponiendo que estamos en el planeta Tierra claro está), la piedra caerá al suelo. Si repetimos este experimento 10 veces, en cada una de ellas la piedra volverá a caer al suelo. Si pudiera repetirlo un millón de veces nuevamente, la piedra caería en cada uno de estos ensayos experimentales. Más aún, si distintas personas en distintos lugares en el mundo tomaran una piedra y realizaran el experimento otras cien veces cada uno, siempre la piedra caería al suelo. Creo que ninguno de nosotros tiene alguna idea o hipótesis que nos pueda hacer dudar que este será el resultado de nuestros ensayos.

Pero eso es en física, específicamente en mecánica clásica. En el área que yo trabajo, las neurociencias y en la biología en general, no tenemos certeza que obtengamos el mismo resultado en cada uno de los ensayos. Por ejemplo(1), cuando se dice que comer frutos secos ayuda a prevenir el envejecimiento cerebral, es porque al estudiar a 100 personas cerca de 95 de ellas tuvieron una mejora en sus exámenes. Pero debemos considerar que las otras 5 pueden incluso haber empeorado y dentro de las 95 que se beneficiaron, cada persona mejoró en distinta magnitud, unos mucho otros poco. Lo que nosotros conocemos de las investigaciones es un resultado estadístico, no una certeza absoluta como en física. Concluimos de esta investigación que comer frutos secos no ayuda a todos por igual pero si beneficia a la mayoría, en contraste con lo que ocurre en el experimento de la piedra donde tenemos certeza de que siempre caerá al suelo. Así, podemos decir que la estadística es la forma (mejor dicho la ciencia) que tenemos los científicos para aprender de nuestros datos y determinar qué es o no un avance científico(2).

Ahora con esto en mente, ¿cómo explico lo que yo hago sin dar la impresión de que son certezas absolutas? ¿Cómo decirles que un resultado que se puede ver en 90 personas, en general habrán otras 10 personas perfectamente sanas para las cuales no tendremos el mismo resultado? No será fácil, pero aquí voy.

Actualmente se sabe que distintas áreas del cerebro modifican su actividad ante ciertos objetos o situaciones. Digo modifican su actividad porque todo nuestro cerebro está siempre activo. Es un mito eso de que ciertas áreas se apagan o prenden según la tarea desempeñada o cuando dormimos. Como cualquier célula de nuestro cuerpo las neuronas, principales células de nuestro cerebro, están siempre activas. Lo que ocurre es que un grupo de neuronas puede preferir ver caras, aumentando su actividad cuando veo una cara (esta es el área de las caras del giro fusiforme), mientras otro grupo puede preferir modificar su actividad cuando veo objetos en movimiento (esta área se llama MT(3)).

 Representación del cerebro humano. En rojo se pueden observar la ubicación del área MT y del área de reconocimiento de caras del giro fusiforme.


Entonces, si nuestro cerebro tiene distintas áreas que modifican su actividad frente a distintas características de lo que estoy viendo ¿cómo sé que lo que veo es una manzana?. Sería perfectamente posible que en vez de decir manzana dijéramos: - Es rojo, es comestible, es redondeado, no forma parte de mi cuerpo... Y así, continuar mencionando un sin número de características más. Aunque eso extendería nuestras conversaciones al infinito... ¡Sería imposible! Pero, cuando nos preguntan qué vemos nosotros decimos: -¡Manzana!.

Bueno, en eso trabajo yo, estudiando cómo en el cerebro se coordina la actividad de estas áreas para que yo pueda tener la percepción de una manzana. Mi experimento consiste en mostrarle a las personas figuras en una pantalla mientras recopilo su actividad cerebral. Esta actividad se observa mediante un equipo llamado electroencefalógrafo (ya sé, el nombre es largo pero es lo que hay, por eso se le dice EEG), que mediante unos electrodos que pongo sobre la cabeza de la persona registran la actividad eléctrica de las neuronas de la parte más superficial del cerebro llamada corteza. Los electrodos son similares a un reloj de pulsera, son redondos, metálicos y se ponen justo sobre el pelo, lo más cercano a la cabeza que se pueda. A partir de estos datos de actividad cerebral estudio como se podrían estar coordinando las distintas zonas de la corteza cerebral, intentando encontrar un patrón de actividad neuronal que sea común a la mayoría de las personas. Un patrón que sea característico de esta tarea.

Por supuesto que luego de decir esto todos tenían preguntas. Si dolía el EEG; no. Si lo que encuentre será cierto para todas las personas; no creo. Si podría ocurrir que el patrón de actividad se modifique si cambio las imágenes; probablemente sí. Si la forma en que muevo los ojos afecta el resultado porque estoy decidiendo qué cosa ver; otra vez probablemente sí. Si es posible que la persona que participa del ensayo esté aburrida o pensando en otra cosa y que eso modifique su patrón de actividad; seguro que sí. Si este resultado se mantendrá si las personas que participan están enfermas; no lo sé, pero podría ser tu propio tema de investigación.

Todas estás preguntas que se hicieron en mi mesa (que son las que recuerdo pero creo eran más), son las mismas preguntas que hacen los demás científicos cuando se enteran de mi tema de investigación. Puede ser que los científicos hagan preguntas más precisas, pero es porque saben con más profundidad del tema, sobre los métodos estadísticos involucrados y porque dedican parte de su día a reflexionar sobre estas ideas. Pero las interrogantes son las mismas tanto para entendidos en la materia como para inexpertos. Sólo se requiere que ambos mantengan la mente abierta. Los entendidos para poder explicar la esencia de lo que investigan sin usar tecnicismos innecesarios. Los inexpertos para poder aceptar que en investigación la última palabra no está dicha, al menos no por ahora.

Christ Devia
Dra(c) en Ciencias Biomédicas
Laboratorio de Neurosistemas
Universidad de Chile






Notas

(1) Basado en Science 336 (6 abril 2012) editorial.

(2) Ejemplo inspirado en el trabajo: Nutrient biomarker patterns, cognitive function, and MRI measures of brain aging. Bowman, G.L. Neurology 2012;78:241–249.




2 comentarios:

  1. Excelente relato!!!
    Aunque me imagino en la misma situación, pero explicando cuestiones desde mi vereda, la de la matemática... y se me hace más difícil. Quizás el verdadero desafío no es encontrar pruebas, sino en "aterrizarlas" para que se vuelvan evidentes...
    SALUDOS!

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  2. Fascinante experimento! me ofrezco como voluntario!

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