Traducción y fotografías del artículo "Genomes reveal start of Ebola outbreak" publicado en Science Magazine el 29 de agosto de 2014
Cuando la joven llegó al Hospital Gubernamental Kenema en Sierra Leona a fines de mayo, tenía fiebre alta y había abortado. En el hospital sospecharon que había contraído la fiebre Lassa, porque esa enfermedad viral es endémica de la región y usualmente causa abortos. Pero la enfermedad del virus Ébola, otra afección de fiebre hemorrágica, se había estado extendiendo en la vecina Guinea por meses, por lo que cuando la joven comenzó a sangrar profusamente, el personal también hizo las pruebas para ese virus. Los resultados fueron positivos, convirtiéndola en el primer caso confirmado de Ébola en Sierra Leona.
La joven, quien después se recuperó, está ahora en el centro de una historia científica trágica pero potencialmente importante. En un artículo publicado online esta semana en Science, una colaboración liderada por Stephen Gire y Pardis Sabeti de la Universidad de Harvard y el Instituto Broad en Cambridge, Massachusetts, informó la secuenciación y análisis de genomas de muestras de virus Ébola de 78 personas en Sierra Leona, quienes fueron diagnosticados con la enfermedad entre fines de mayo y mediados de junio, incluyendo a la joven que llegó al hospital de Kenema. Las 99 secuencias completas –algunos pacientes fueron muestreados más de una vez– dan pistas acerca de cómo el virus está cambiando durante el brote, lo que podría ayudar a mejorar los tests de diagnóstico actual y, en el largo plazo, guiar a los investigadores para trabajar en vacunas y tratamientos.
Sin embargo, el estudio también da luces acerca del gran costo que los trabajadores de la salud que están en el frente han tenido que pagar debido al brote. Más de 50 coautores de 4 países ayudaron a recolectar y analizar las secuencias virales. Cinco de ellos contrajeron el virus Ébola y fallecieron.
Ese primer caso diagnosticado en Sierra Leona no infectó a nadie en el hospital, dice Robert Garry, un virólogo de la Universidad Tulane en Nueva Orleans, Luisiana, quien trabaja en el centro de investigación de la fiebre Lassa del hospital Kenema y es también coautor del artículo. Pero un equipo del ministerio de salud fue inmediatamente enviado a la villa de la joven para averiguar dónde y cómo se había infectado. Ellos averiguaron que ella había asistido recientemente al funeral de un sanador tradicional –un herborista– quien había estado tratando a pacientes de Ébola del otro lado de la frontera con Guinea.
El equipo encontró 13 personas más que estaban infectadas, todas mujeres que asistieron al entierro. Fueron esos deudos quienes provocaron el brote en Sierra Leona, que ya ha enfermado a más de 900 personas y matado a más de 390. Muestras de sangre de 12 de los deudos y otras personas infectadas le han permitido a Gire, Sabeti y sus colegas averiguar cómo el virus ha cambiado a medida que se propaga. “Es la primera vez que la evolución real del virus Ébola puede ser observada en humanos,” dice Sylvain Baize del Instituto Pasteur en Lyon, Francia, quien secuenció algunas de las primeras muestras de virus Ébola de pacientes en Guinea, donde el brote actual se originó, pero que no está involucrada en este proyecto.
Los datos de genoma también han dado luces acerca de cómo el virus –oficialmente llamado EBOV– apareció en África Occidental. EBOV, uno de los 5 virus Ébola conocidos que infectan humanos, ha causado al menos 12 brotes en África Central y Gabón desde 1976. Hasta este año, sin embargo, nunca había sido identificado en África Occidental.
Basados en datos de secuenciación obtenidos tempranamente, algunos investigadores tienen la teoría que EBOV ha circulado por décadas, sin ser detectado, en animales en la región. Pero el nuevo análisis, fortalecido por el número de genomas sin precedentes, apoya otra teoría: que el virus se propagó desde África Central en la última década, hospedado en animales. Los investigadores no están seguros de a qué animal culpar, pero los murciélagos de la fruta lideran los sospechosos. Se conoce que al menos una especie de murciélago de la fruta portador del virus ébola tiene un rango de población que se extiende desde África Central hasta Guinea.
Gire, Sabeti y sus colegas encontraron que en el brote actual el genoma del virus está cambiando muy rápidamente, incluyendo regiones que son clave para la precisión de los test de diagnóstico basados en PCR. Será importante no perder la pista de estos cambios, dice Gire, para que esos tests puedan ser actualizados de ser necesario. Las vacunas y los tratamientos basados en anticuerpos –como la droga ZMapp que ha sido usada en unos cuantos pacientes– podrían también ser afectados por los cambios que los investigadores identificaron (Sabeti dice que los investigadores que trabajan con ZMapp la contactaron para saber más acerca de las nuevas secuencias que su grupo subió a la red).
Los análisis revelan que el brote en Sierra Leona fue provocado por al menos dos virus diferentes, introducidos desde Guinea casi al mismo tiempo. No es claro si el herborista fue infectado por ambas variantes o si quizás otro asistente al funeral estaba también infectado. Uno de los linajes del virus Ébola desaparece de las muestras de pacientes posteriormente en el brote, mientras un tercer linaje aparece. Ese linaje –asociado a una monja que viajaba al hospital pero falleció en el camino– parece haberse originado cuando uno de los linajes presente en el funeral adquirió una nueva mutación. Este tercer linaje se propagó, dice Garry, por medio del conductor del camión que transportaba a la monja, así como también de otros quienes la cuidaron en el pueblo donde falleció.
Futuros estudios sobre las diferencias entre los distintos linajes de Ébola deben asociar esas mutaciones al comportamiento del virus –por ejemplo, qué tan letal es y que tan fácil se propaga. “El artículo muestra el potencial de lo que estos métodos podrían lograr”, dice Roman Biek, quien estudia la evolución y la ecología de enfermedades infecciosas en la Universidad de Glasgow en Reino Unido.
Resta realizar los análisis de secuencia de muestras de Ébola de personas infectadas en Liberia y Guinea. Stephan Günther del Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical en Hamburgo, Alemania, dice que tiene muestras de Guinea en su laboratorio, esperando ser secuenciadas una vez que sus colegas puedan encontrar tiempo para hacerlo (Esta semana Günther estaba en Nigeria, siguiendo la pista de un paciente de Ébola allí, que fue infectado por un viajero de Liberia). Los investigadores en Liberia también han recolectado muestras, pero están enfocados en tratar de detener la epidemia ahí, donde se está propagando por la densamente poblada capital, sin signos de disminuir su avance (Congo también está en alerta ya que el Ébola ha aparecido en una remota región del noroeste del país. A la fecha que Science fue impreso, no estaba claro qué variante del virus ébola estaba causando ese brote).
Sabeti, quien junto a sus colegas publicó las secuencias de virus en una base de datos pública tan pronto como fueron generadas, dijo que espera que este trabajo y la tragedia que le ocurrió a sus coautores y otros trabajadores de la salud inspiren a otros investigadores a hacer públicos sus datos rápidamente, tanto en este brote como en futuras epidemias. “Necesitamos hacer masivas las fuentes de la epidemia”, dijo. “Mientras más información pongas en manos de gente que pueda ayudar, es más probable que llegues a una solución”.
Noticia basada en el artículo científico "Genomic surveillance elucidates Ebola virus origin and transmission during the 2014 outbreak"
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